Geometría Technicolor: 20 años de obra. Archivo digital, reflexión crítica y difusión expandida
Technicolor Geometry: 20 Years of Work. Digital Archive, Critical Reflection, and Expanded Outreach

Nicolás Manning

line of time

Mi práctica pictórica tiene su origen en una experiencia extrasensorial vivida en mi juventud: una visión interna de una imagen simbólica y binaria que marcó profundamente mi vínculo con el arte y la visualidad. Desde entonces he desarrollado una investigación que analiza cómo los modelos binarios de representación (hombre/mujer, blanco/negro, heterosexual/homosexual) han sido construidos y reproducidos a través del prisma óptico por la cultura visual, influenciada por marcas como Kodak, Konica y Technicolor, especialmente durante las décadas de los 80 y 90. Las imágenes predeterminadas de los portarretratos del retail decorativo y las películas de Disney en Technicolor evidencian cómo la óptica, mediada por la industria fotográfica y cinematográfica, ha impuesto la figura de la familia nuclear, blanca, heterosexual y de clase media como narrativa dominante, excluyendo otras formas de representación. Con esto, propongo que la óptica no es neutral, sino un campo de poder, que condiciona lo que vemos, lo que deseamos y lo que podemos imaginar.

Por ello, he desarrollado una metodología pictórica crítica que denomino Geometría Technicolor, la cual busca desarmar estos lenguajes visuales heredados para reconstruir la imagen desde una óptica cuir. Pintar, entonces, es para mí una forma de intervenir en los modos de ver normativos, repensar la imagen y proyectar futuros visuales más libres.

My pictorial practice originates in an extrasensory experience I had in my youth: an inner vision of a symbolic and binary image that profoundly shaped my relationship with art and visuality. Since then, I have developed a research project that examines how binary models of representation (man/woman, white/black, heterosexual/homosexual) have been constructed and reproduced through the optical prism of visual culture, influenced by brands such as Kodak, Konica, and Technicolor, particularly during the 1980s and 1990s. The predetermined imagery of decorative retail portraits and Disney films in Technicolor reveals how optics, mediated by the photographic and cinematic industries, imposed the figure of the white, middle-class, heterosexual nuclear family as the dominant narrative, excluding other forms of representation. With this, I propose that optics is not neutral, but rather a field of power that conditions what we see, what we desire, and what we are able to imagine.

For this reason, I have developed a critical pictorial methodology I call Technicolor Geometry, which seeks to dismantle these inherited visual languages in order to reconstruct the image from a queer optic. Painting, then, becomes for me a way of intervening in normative modes of seeing, rethinking the image, and projecting freer visual futures.

Mi proyecto pictórico nace a partir de una experiencia extrasensorial que viví en mi juventud, donde una imagen interna, simbólica y binaria, se convirtió en una forma de entender mi vínculo con el arte y la visualidad. Desde entonces, desarrollo una investigación que analiza cómo los modelos binarios de representación (hombre/mujer, blanco/negro, heterosexual/homosexual) han sido construidos y reproducidos a través del prisma óptico por la cultura visual , influenciada por el cine, la televisión y la fotografía analógica de marcas como Kodak, Konica y Technicolor, especialmente en las décadas de los 80 y 90.

En un comienzo utilicé el prisma como una metáfora para fragmentar y reorganizar la imagen; apliqué además en mis pinturas degradaciones prismáticas de color, haciendo con estas alusión a los logotipos de Kodak y Konica, que corresponden a una paleta de colores calidos y a un abanico de colores. En esta primera indagación también reflexiono acerca de las composiciones prismáticas de las banderas, de países y, especialmente, de la diversidad sexual. Estableciendo con esto un paralelismo entre la visualidad de la abstracción geométrica, y dispositivos anexos, con sus respectivas visualidades prismáticas. También algunas de las pinturas de mi primera etapa son binarias o espejeantes.

Con el tiempo, mi reflexión se desplazó hacia la óptica como campo de poder: el modelo que determina lo que podemos ver, representar e imaginar. A partir de una genealogía que he llamado Geometría Technicolor, aplico una metodología crítica desde la pintura, que busca desmantelar los modelos binarios dominantes impuestos por la industria de la imagen, para proponer visualidades más abiertas.

Para esto, he tomado como objeto de análisis dos tipos de dispositivos de la imagen que van desde lo micro-social a lo macro-social: por un lado, las imágenes que vienen por defecto dentro de los portarretratos del retail decorativo, y por otro, fotogramas de películas generadas en Technicolor, especialmente del imaginario de Disney. Ambos dispositivos evidencian cómo la óptica, a través de la industria de la fotografía y el cine, exponen la figura de la familia nuclear, blanca, heterosexual y con cierto acceso económico como narrativa dominante, desplazando cualquier iniciativa diferente de representación.

Mi trabajo funciona como campo exploratorio, archivo personal, sistema crítico y manifiesto visual cuir. Utilizo el prisma, en su relación con la óptica, como una herramienta que me permite descomponer la imagen, reconfigurandola críticamente. Pintar, para mí, es una forma de intervenir en los modos de ver heredados y de imaginar nuevas ópticas posibles fuera del binarismo. En ese gesto se inscribe mi práctica: como un espacio para repensar la imagen proyectando futuros visuales más libres.

My pictorial project was born from an extrasensory experience I had in my youth, in which an internal, symbolic and binary, image became a way of understanding my connection to art and visuality. Since then, I have developed a line of research that examines how binary models of representation (Man/Woman, White/Black, Heterosexual/Homosexual) have been constructed and reproduced through the optical prism of visual culture, influenced by cinema, television, and analog photography from brands such as Kodak, Konica, and Technicolor, especially during the 1980s and 1990s.

At first, I used the prism as a metaphor to fragment and reorganize the image. In my paintings, I also applied prismatic color gradations, alluding to the logos of Kodak and Konica, which correspond to a warm color palette and a color spectrum. In this initial inquiry, I also reflected on the prismatic compositions of flags, both national flags and, in particular, those of sexual diversity. In doing so, I established a parallel between the visuality of geometric abstraction and related devices, with their respective prismatic visualities. Some of the paintings from my early period are also binary or mirror-like in nature.

Over time, my reflection shifted toward optics as a field of power: the model that determines what we can see, represent and imagine. From a genealogy I call Technicolor Geometry, I apply a critical methodology through painting that seeks to dismantle the dominant binary models imposed by the image industry, in order to propose more open visualities.

For this, I have taken as my objects of analysis two types of image devices that range from the micro-social to the macro-social: on one hand, the default images found inside picture frames sold by the decorative retail market; and on the other, film stills produced in Technicolor, especially from the Disney imaginary. Both devices reveal how optics, through the photography and film industries, impose the figure of the nuclear, white, heterosexual, economically privileged family as the dominant narrative, while displacing any alternative form of representation.

My work functions as an exploratory field, personal archive, critical system, and queer visual manifesto. I use the prism, in its relationship with optics, as a tool that allows me to deconstruct the image, critically reconfiguring it. Painting, for me, is a way to intervene in inherited modes of seeing and to imagine new possible optics beyond binarism. My practice is inscribed in this gesture: as a space to rethink the image and project freer visual futures.

conceptual map

voice reading

Esta investigación surge luego de una experiencia extrasensorial que se dio a lugar un día como tantos otros, al irme a dormir, cuando tenía 18 años, donde en un estado intermedio entre la conciencia y la inconsciencia, vislumbré frente a mí una figura circular compuesta por dos energías que se entremezclaban constantemente. Esta forma binaria se asemejaba a un símbolo del Yin-Yang, pero de manera orgánica y fluida. En esta imagen podía ver representada una unión con mi ser amado, en un futuro ideal, en donde las teorías de género formaban parte del cotidiano y los binarismos eran formas obsoletas del pasado. Al desaparecer esta figura, desde la punta de mis pies ingresó un rayo de luz que recorrió todo mi cuerpo hasta llegar a mi cabeza. Fue entonces cuando me desperté. .

This research emerged from an extrasensory experience that took place one night, like so many others, when I was 18 years old. As I was falling asleep, in an intermediate state between consciousness and unconsciousness, I envisioned before me a circular figure composed of two energies constantly intertwining. This binary form resembled a Yin-Yang symbol, but in an organic and fluid way. Within this image, I could see represented a union with my beloved, in an ideal future where gender theories were part of everyday life and binarisms had become obsolete forms of the past. When the figure disappeared, a ray of light entered through the tips of my feet, traveling throughout my body until it reached my head. It was then that I awoke.